Juan es un niño muy adelantado en los estudios y destaca entre la mayoría de sus compañeros. Sin embargo, su madre raramente le felicita y siempre le exige más. En una palabra, no le da descanso.
Las notas de Pascua fueron estupendas y Juan pensó en darle una sorpresa a su madre, de acuerdo con su padre. La llamó y le dijo que era una pena pero que las notas habían resultado flojísimas.
Claro, la madre no desaprovechó la ocasión para hacer un montón de consideraciones. Juan aguantó la reprimenda hasta el final, luego sacó la papeleta del sobre y dijo; Lo siento mamá pero esta vez tendrás que felicitarme.
Autor: Juan Valls Juliá