Cómo organizar un casamiento, este artículo es para esas personas que están agobiadas por todas las cosas que conlleva organizar una boda, cosas como ¿Qué traje utilizar? ¿Cómo serán las invitaciones? ¿Cómo será la decoración de la boda? ¿El pastel? ¿Los invitados? ¿El cortejo? y lo más importante ¿El presupuesto?
Aunque seguro hay muchas cosas más que si las describimos este artículo sería larguísimo. Sin embargo, este no es el caso porque sabemos que todas esas actividades pueden ser agotadoras e incluso quitarle la alegría a los futuros esposos, porque estos llegan agobiados y cansados al día del matrimonio, aunque muchos dirán »Para eso existe el Weddin Planner» un término que se ha puesto de moda últimamente.
La cuestión es que cómo organizar un casamiento o una boda es algo más profundo, es prepararse como pareja para el gran paso que van a dar juntos. Esta mentalidad se refleja en algunas uniones de hecho que nunca llegan al casamiento porque piensan en festejos demasiado costosos, en lugar de dar prioridad al amor mutuo y a su formalización ante los demás.
Lo que importa es el amor que los une, fortalecido y santificado por la gracia. Todos son capaces de optar por un festejo sencillo, para colocar el amor por encima de todo. Los agentes de pastoral y la comunidad en general pueden ayudar a que esta prioridad se convierta en lo normal y no en la excepción.
¿Cómo organizar un casamiento en sencillos pasos?
La preparación más inmediata es iluminar a los novios para vivir con mucha hondura la celebración litúrgica, ayudándoles a percibir y vivir el sentido de cada gesto. Recordemos que es un compromiso tan grande como el que expresa el consentimiento matrimonial.
A veces los novios no perciben el peso y la importancia que esto conlleva, por ello siempre es recomendable la ayuda de un director espiritual que guíe y enseñe a la pareja el acto que van a realizar, hasta que la muerte los separe.
También se puede meditar con las lecturas y enriquecer la comprensión de los anillos que se intercambian, o de otros signos que formen parte del rito. Pero no sería bueno que se llegue al casamiento sin haber meditado juntos, el uno por el otro, pidiendo para ser fieles y generosos entre sí.
Estos son los pasos que realmente importan y nutren el alma, y los que en muchas ocasiones no se les da la importancia, siendo lo único que importa, por anteponer cosas materiales y banales que a fin de cuentas quedarán en el olvido.
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